viernes, 10 de junio de 2011

Entrevista a Félix Balanzó, profesor de la UAB licenciado en Filología y Letras

 Félix Balanzó: "La gente viciosa como yo somos felices trabajando"

Félix Balanzó Guerendiain es licenciado en Filología y Letras por la Universidad de Barcelona. Con una “infancia difusa” y una vida llena de anécdotas circenses nos relata su vida en la Universidad Autónoma de Bellaterra, donde imparte, en la actualidad, clases de castellano desde hace más de 30 años.


Félix Balanzó. Entrada FCC-UAB


¿Dónde y cuándo nació?

Exactamente no sé dónde ni cuándo nací. Sé que soy muy viejo pero no me consta ninguna fecha o lugar porque mis padres eran de una compañía de circo y prácticamente hasta la adolescencia estuve yendo por el sur de Francia y por toda España, por tanto, mi educación es completamente nebulosa y difusa. Obviamente, tengo DNI y pone mi origen, pero es mentira, mis padres me lo tuvieron que hacer para rellenar y cumplir los papeles.


¿Qué ideología tiene usted?

Marx decía que no hay que tener ideologías, que lo importante es la teoría. Yo tendría una teoría si creyera en la ciencia pero como no creo en la ciencia no tengo ninguna teoría.


¿Qué nivel de estudios tiene usted?

Tengo estudios de grado superior y la carrera de filología y letras en la Universidad de Barcelona. Aunque estoy en la UAB, como anomalía, gracias al cupo que se hizo en los años 70 para gente marginal.


¿Cómo llego usted a la UAB?

Al acabar la educación superior, que me fue de aquella manera, llegué a la universidad. En aquel momento era bastante fácil entrar en la universidad mediante el soborno. Yo tenía 27 años, era viejo. Entonces, acabé la carrera de filología en Barcelona, bueno, entonces era de filología y letras, una especie de mezcla como el gazpacho del conocimiento.


¿Cuántos años lleva usted siendo profesor?

He perdido la cuenta, pero creo que son más de treinta. Yo sólo me limito a ir repitiendo lo mismo curso tras curso, ya está.


¿Siempre se ha dedicado a ser profesor de lengua castellana?

Sí, siempre he hecho la misma asignatura. El primer día me la aprendí y la voy repitiendo como ya os he dicho. Es decir, tú te aprendes un temario que dar y una manera de hacer y lo vas repitiendo año tras año; igual que el rosario. Ahora con el plan Boloña, se han retirado algunas de las cuentas del rosario y ya está.


¿Le gustaría cambiar de materia?

No, no, que va. Una vez que me aprendí la materia ya está. Lo malo sería tener que aprender muchas cosas, pero ya no tengo que aprender nada, me lo sé muy bien. A lo largo de tantos años he podido comprobar que se puede repetir palabra por palabra lo mismo que hice desde el primer día de clase. Está tan repetido que no hace falta estudiar más. Hay gente que se mata a estudiar.


En un futuro, cuando se jubile, ¿qué le gustaría hacer?

Yo quiero seguir con esta profesión el máximo tiempo que pueda y me dejen. Yo iré tirando y tirando. Y ahora, como los burócratas y los políticos están muy distraídos con la jubilación y esas cosas, la gente viciosa del trabajo como yo, podemos seguir siendo felices con nuestro trabajo.


¿Qué opina de la UAB desde el punto de vista académico?

Supongo que no quiero que me abran un expediente por lo que hay cosas que es mucho mejor no comentarlas. Estamos en una época que es mucho mejor callar, silbar tranquilamente y tatuarse “no digas nada” en la nariz para vérselo siempre.


Entonces, ¿no estás de acuerdo con la organización y la dirección de la UAB?

Es mejor no decir nada. Estoy a favor y en contra, tanto en un sentido, como en otro. De este modo, conseguiré tener la mitad de la gente en contra tanto diga una cosa o diga otra. Al fin y al cabo es lo que toca; la postmodernidad en bandeja.


Antes ha comentado que vivió marginado en su infancia, ¿se ha sentido marginado en la UAB?

¿Marginado? ¡Por favor! ¡Si aquí me quieren mucho! Justamente por mi pasado. Ha sido una de mis cartas de presentación a la hora de dar una conferencia. Siempre me han presentado como: Félix Balanzó de antepasados circenses. Es fabuloso.- ¿La relación con los compañeros de trabajo es buena?- Sí, pero últimamente ya no tan buena, porque ya no huelen. Antes cuando olían, en tiempos antiguos se olía más, y olían a reminiscencias animales que me recordaban a mi adolescencia, me sentía mejor. Ahora no, todos van con desodorante. Con desodorantes ideológicos, me refiero.


Muchas gracias por concedernos estos minutos.

Gracias a vosotros. Quedo a vuestra entera disposición para lo que necesitéis

2 comentarios:

  1. Félix Balanzó! Qué gracia. He llegado a este blog a través del facebook de un amigo. Maravillas de la red para hacer un viaje al pasado. Sigue igual. Ese esfuerzo por ser ocurrente, provocador. Me dio clases hace mucho, mucho tiempo. Ya entonces provocó en mí una desconfianza...de esa que provoca la gente que podría hacer algo por los demás, en este caso proporcionar conocimientos, y no lo hace porque está demasiado ocupado en ser el raro. Con el tiempo confirmas lo que intuiste de joven. Debajo de la "normalidad" descubres a profesores excepcionales. Debajo de la "singularidad" no siempre.

    Ana Ruiz

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    1. Ana Ruiz...? No sé si coincidimos en la UAB pero lo que es cierto es que coincido plenamente contigo en el comentario. Me gustaría esforzarme más para poder ampliar con datos lo que argumentas, pero como he escrito, fui alumna de Félix Balanzó y eso contribuyó a mi escasa narrativa jejeje Ah! pero esos maravillosos silencios balanzonianos en los que cabían tantos anhelos...! Muchas gracias por el perfil que le has dedicado, me ha convencido a mí también de que lo que sentía no era una ilusión de mi memoria romántica o mi puro agradecimiento infinito por el hecho de que nos invitara a leer El cuento de nunca acabar de Carmen Martín Gaite. Fue un profesor de carne y hueso.
      Mireia Rubio

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