Alba Rodríguez Rupérez. Kiromo Boya, dirigente de la organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana (ONHAE), ha confirmado que miembros de un grupo Tagaeri del clan guerrero Babe han sido asesinados brutalmente a orillas del Parque Nacional de Yasuní, al oriente de Ecuador
La comisión integrada por el gobernador, Antonio Ramírez Serrano; el fiscal, Gabriel Moratini del Nido; y el jefe de la Polícia de Pastaza, Vicente Asevedo Ruíz no han logrado ingresar en el helicóptero a la comunidad de la etnia Huaorani para verificar el número de muertes de los “patas coloradas”, un pueblo que habita al noroccidente de la Amazonia, al oriente de Ecuador. Según la CONAIE se estima que hay entre 52 y 60 Tagaeri muertos, entre ellos hombres, mujeres y niños.
Un reporte de la Policía señala que el jefe guerrero Omene Ima ha sido quien ha liderado el ataque contra los mercenarios y “fue visto exhibiendo la cabeza de un guerrero”.
Es la primera vez que se da este tipo de enfrenamientos entre miembros de la misma nacionalidad y del mismo tronco antropológico. El lugar del suceso se encuentra a dos días a pie de la reserva de los Tagaeri, a orillas del río Tiwino en el límite de Pastaza con Orellana.
La noticia ha sido difundida por el presidente de la organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana (ONHAE), Armando Boya, quien además ha responsabilizado de los acontecimientos a las empresas maderas del sector interesadas en ampliar su área de intervención forestal de la reserva de los Tagaeri.
El Parque Nacional ecuatoriano declaró 700.000 hectáreas del parque “Zona Intangible”. Esta declaración implica que la zona ha de ser protegida de la minería, la extracción petrolífea, la tala de árboles, la colonización o cualquier actividad que pudriera alterar la biodiversidad y cultura etnológica de la zona.